Por Eduardo Novoa
La cultura musical cubana ha sido ampliamente estudiada por investigadores, musicólogos e historiadores cubanos e internacionales. Dichos estudios han abordado con profundidad las tradiciones, historia, identidad y características del pensamiento musical del país. Hoy nos complace ofrecer una nueva perspectiva sobre la interpretación de la música popular cubana desde la visión del Director de espectáculos musicales, productor, guionista y conductor de programas radiales, Eduardo Novoa (1959).

Eduardo Novoa
Novoa es Especialista en Estudios Socio Culturales por La Universidad de La Habana, Graduado de Artes Escénicas en la Escuela de Superación “Félix Varela”, Estudios de Literatura en Escuela Nacional de Instructores de Arte. Ha realizado Cursos de Teoría de la Comunicación y Elementos de Locución para Especialistas de Radio y TV, en el Centro de Estudios del Instituto Cubano de Radio y Televisión ICRT. Durante muchos años ha ejercido la docencia como Profesor de Artes Escénicas en las Escuelas de Arte de la capital así como en diferentes provincias del país. Ha sido coordinador, guionista y director de Festivales Artísticos y espectáculos musicales.
Además de su labor teatral y en la radio, también ha dedicado parte de su creación a la Literatura. Varios de sus trabajos han sido publicados por diferentes editoriales de la Isla, como la Editorial Adagio que publicó su libro didáctico: “La Expresión Corporal” en el año 2007 y la Editorial Letras Cubanas que tiene en proceso de edición su poemario “Libro de los Inmerecidos”. En 2012 obtuvo el Premio de Poesía en el certamen que auspició la pintora Ileana Mulet en el marco de su exposición personal “Murmullo que así trueno” dentro del XVI Festival Internacional de Poesía de La Habana.
En la actualidad Eduardo Novoa reside en la ciudad de Miami donde escribe y presenta programas radiales en www.Radiomiamimundial.com. Hace más de treinta años ejerce la profesión de astrólogo en los medios de comunicación e imparte cursos, conferencias y consultas.
APUNTES PARA UNA DRAMATURGIA EN LA INTERPRETACIÓN DE LOS GÉNEROS POPULARES CUBANOS
Reflexiones realizadas por Eduardo Novoa. Primera parte.
Una aproximación a los géneros en las artes, cualquiera sea su intención, siempre supondrá un acento controversial, por la ambigüedad actual de sus definiciones, la diversidad de opiniones y su abordaje práctico, argumento, que es la finalidad prioritaria de este análisis.
¿Qué es genérico o qué no lo es? y qué es exactamente lo que hace que una composición entre dentro de estas clasificaciones, aún está en controversia.
El Danzón, el Son y la Rumba, están identificados como los “tres pilares históricos”1 de nuestra música en los que están presentes las dos vertientes ancestrales esenciales de nuestra cultura: la hispánica y la africana y «de ellos surgen el resto de las formas salpicadas por influencias en menor escala de otras latitudes, interaccionando entre si, en ocasiones, consciente o inconscientemente, tomando de uno y otro estructuras, melodías o armonías»2 y algo muy importante, aspectos estilísticos en su interpretación que a veces llegan a caracterizarlos.
Todo estos aspectos tienen que ver sin dudas con la dramaturgia, que si bien se conoce como el estudio del drama y se asocia generalmente con el teatro, está presente en todas las artes y manifestaciones expresivas del hombre, desde un gesto o acción física, hasta el análisis de un texto que puede ser una noticia de un periódico o el texto de una canción. Toda acción conlleva una estructura dramática más allá de lo textual, pues entonces cómo quedaría la pantomima que carece de texto. Y es que drama proviene del griego que significa acción, actuar o hacer, por tanto todo lo escenificable desde una acción plástica, una obra musical instrumental o cantada, es sensible a un análisis dramatúrgico y estilístico. Hasta una simple acción o gesto expresivo de abrir y cerrar los ojos, posee una estructura dramática como introducción, desarrollo, clímax, desenlace y final, lo mismo ocurre con los textos y las manifestaciones expresivas artísticas. Los géneros según lo entiende la dramaturgia Aristotélica son la expresión de la realidad y lo mismo es sensible de análisis cuando convertimos los textos o los sucesos que cuentan una canción, un bolero o una guaracha en un análisis de proyección de su realidad en realistas o no realistas, al igual que los textos teatrales o literarios. Pero en el aspecto escénico no solo intervienen lo textual sino lo extra verbal a partir de las acciones físicas que conlleva cada género musical desde el baile a la hora de interpretarse, sus movimientos escénicos, y hasta el vestuario, maquillaje, luces y escenografía que se dispone, influye en esta proyección de la realidad del intérprete. También los tonos en que se escriben las piezas musicales, su agógica al interpretarse, los recursos expresivos del canto, usos de rubatos por ejemplo y otras técnicas, forman parte del entramado dramático en su discurso escénico.
Así estos elementos se entretejen para proyectar su realidad y en dependencia del género y su momento histórico va reflejando con sus gestus sociales, como lo definía el dramaturgo Brecht, cada época y su proyección escénica. Así en un análisis más profundo vemos como ritmos, géneros, textos, movimientos escénicos están determinados por una realidad vivida y una necesidad expresiva, ninguno determina al otro, solo se atraen y se complementan en su proyección escénica orgánica, consciente o inconscientemente.
Creo que lo más importante de esta reflexión, es que estas clasificaciones, más allá de sus definiciones, se siguen efectuando la mayoría de ellas, y consumiendo por el público, en ocasiones fusionadas, como es la costumbre de este ajiaco cultural cubano; justamente porque la realidad de su proyección lo demanda, sin embargo, sus patrones originales son de obligatorio conocimiento, pues para crear hay que conocer primero los moldes que lo generan. En este sentido, el papel interpretativo, en estas distintas variantes musicales cobra valor por sus diferencias intergenéricas, pues existen peculiaridades –– además del acompañamiento musical o el formato musical que se use –– que se distinguen por la forma en que son interpretadas, desde su quehacer vocal, hasta el análisis de sus textos, y justamente estos sutiles aspectos casi siempre quedan a la saga en las componendas teóricas.
Continuará...
Referencias:
(1) Acosta, Leonardo. De los complejos genéricos y otras cuestiones. Revista Clave. No.3/2002.
(2) Ver Acerca de la interacción de géneros en la música popular cubana de Jesús Gómez Cairo en Panorama de la música popular cubana, Ed. Letras Cubanas, La Habana, 1998.
(3) Existe una costumbre de asociar intérpretes de la Trova Tradicional desde la perspectiva actual, como si sus voces fueran “gastadas o añejas” semejando un estilo con ello. Y esto no es más que un producto psicológico de escuchar grabaciones de muchos de estos autores e interpretes que llegaron al mundo fonográfico ya a cierta edad, y que por el contrario, en sus edades mozas proyectaron su voz con singular potencia, algunos incluso influenciados por el Bel Canto que escuchaban ejecutado, por compañías europeas que visitaban por aquella época su región natal.
Imagen de cabecera perteneciente a Ramos Callection. Tomada de http://www.diariocolatino.com/la-rumba-cubana-musica-pobres-patrimonio-la-humanidad/
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