Nada mejor que la música para recordar…
NG La Banda, «Santa Palabra»
Los ’90, época prodigiosa de la música cubana. NG, con un sobrenombre más que explícito, “la banda que manda”, fue una de las agrupaciones más importantes de esta época, con la que el catálogo de nuestra música se redefine como dueña absoluta de cualquier cantidad de recursos rítmicos, orquestales, armónicos y de improvisación virtuosa. Una banda que logró aunar a músicos de alto nivel, con un talento de gran calibre, que una vez juntos, dimensionaron la proyección de la música cubana tanto en Cuba como a nivel internacional. Es Calixto Oviedo protagonista indispensable de esta renovación de conceptos, del nacimiento y reafirmación de lo que hoy se conoce como timba (la timba de los 90), y un referente ineludible de la percusión cubana.
Nace Calixto Oviedo Mulens en la Víbora, La Habana. Su relación con la música le llega de cerca a través de su padre que tocaba el tres y gustaba de improvisar décimas. Eusebio Oviedo trabajaba en el Hotel Nacional, famoso por su cabaret Parisién, donde tocaban músicos de la talla de Luis Palau, Rubén González, Amadito Valdés (padre), Jorge Varona, entre otros. Desde los 3 años Calixto ya demostraba interés por la música y asistir a los ensayos de la banda del Parisién alimentaban su vocación. No fue hasta los nueve años que dejó impresionados a los músicos de la banda al sentarse en la batería y tocar todo el repertorio del espectáculo. Su talento ya estaba declarado a voces. Lo suyo era tocar la batería.
A los 8 años comenzó oficialmente sus estudios de percusión bajo la sugerencia de los músicos del cabaret que se convirtieron en sus mentores ante el maestro Gonzalo Roig, director de la Banda Nacional de Conciertos en aquel momento, quien quedó impresionado cuando escuchó a Calixto tocar la cáscara y una improvisación. En el Conservatorio «García Caturla» es alumno de Fausto García y Domingo Araugú, pero indudablemente aquel primer gran vínculo que estableció con los músicos del Parisién fueron determinantes en su formación, de ahí que el propio Calixto se refiera a ese momento de útil aprendizaje como su “universidad”.
Desde joven comienza a desarrollar su actividad profesional atraído por la percusión cubana en toda su magnitud, teniendo como referencia a José Luis Quintana “Changuito”. “Acheré” fue la primera agrupación donde se dio a conocer junto a Omar Hernández, “El Greco”, entre otros grandes músicos. Cinco años después, en 1977, comenzó su trabajo profesional en la orquesta del cantante cubano Pacho Alonso con quien grabó cinco discos, y más tarde se mantuvo durante un año tocando con su hijo Pachito Alonso. En los ’80 se incorpora a “Adalberto y su son” dirigida por el sonero mayor de Cuba, Adalberto Álvarez con quien grabó 6 de sus discos desde 1985 hasta 1990.
Adalberto Álvarez y su son, «Fin de semana» (1989)
Sin lugar a dudas, en este video, grabado en vivo, se puede apreciar el papel que dentro de la base de la agrupación juega la intervención de Calixto Oviedo, siempre oportuna, rellenando y haciéndose protagonista en los momentos de clímax. En su set de percusión el timbal tiene incorporado el bombo y el virtuosismo se desborda en los largos brakes que apoyan los cierres de la sección de metales. Puede ser ésta la antesala directa del estilo Oviedo que poco tiempo después se impone como el sello de la percusión en la timba en los 90 con la agrupación estelar NG la banda.
Se inicia en el proyecto de José Luis Cortés, “El Tosco” en 1991. Con esta agrupación graba los temas más reconocidos que alcanzaron alta popularidad en Cuba y en el mundo, tanto para bailador como para músicos exigentes. Con esta agrupación Calixto, que se hace acompañar de una batería a la que incorpora el timbal, se consolida como el percusionista cubano que establece los auténticos patrones de una percusión más virtuosa, agresiva y que tiene un papel protagónico en cada parte del tema, con la sección de metales, con la base, con los cantantes o simplemente en la conexión con el bailador, uno de los elementos más importantes. Es la representación de la verdadera timba cubana, con una influencia determinante de jazz, de rumba y de son.
Con esta banda Calixto graba 8 discos y aún ya fuera del proyecto continúa grabando en otras producciones de El Tosco.
En 1996 Calixto abandona la banda y decide establecerse en Suecia que le ofreció un contrato de trabajo, aunque también se mantenía realizando grabaciones en Cuba. El prestigio alcanzado durante todo este tiempo por el músico cubano le mantenía viajando a diversos países del mundo, especialmente Asia y Europa donde además de sus estelares actuaciones ofrecía clases magistrales. También ha realizado giras turísticas alrededor del mundo como integrante de la reconocida agrupación Afro-Cuban All Stars, creada por Juan de Marco.
En el año 2000 Calixto sorprende con su disco personal, “Recompensa”, grabado para el sello EGREM, en La Habana. En esta grabación, con marcada fuerza timbera, participaron sus hijos Yulién y Yarién Oviedo, excelentes músicos, y con los cantantes Michel Maza, Haila Mompié, y Tirso Duarte. En 2005 realizó otro disco “Calixto’s Way” con mayor énfasis en el jazz latino y grabado en Europa.
Calixto Oviedo, «Rumbero de Corazón» de su álbum «Recompensa»
Después de Suecia se establece en Galicia, por una corta temporada y actualmente reside en Denver, Colorado, Estados Unidos. En cualquiera de estos lugares donde ha residido, se rodea de jóvenes y talentosos músicos que se impregnan de las enseñanzas y de la energía de Calixto. Junto a ellos y músicos de varias generaciones, organiza agrupaciones que se destacan por su calidad, su trabajo con la música cubana y el jazz latino. Entre estas agrupaciones se encuentran La jugada y Calixto Oviedo and his Latin Train Band.
Actualmente ha creado junto a su esposa, la cantante sonera Lily D’Oviedo, una banda que en su repertorio abarca todos los géneros de la música cubana, así como otros géneros internacionales.
Es Calixto Oviedo un músico inquieto, siempre innovador y creativo en su estilo, abierto a las influencias pero seguro del valor de la esencia que posee. Son, rumba, timba, jazz, todo aporta en su inmensa variedad, fusionado con elegancia y buen gusto, con ese toque especial de los grandes maestros.
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Imagen de cabecera: Calixto Oviedo Mulens. Foto cortesía del artista.