Por Eduardo Novoa

Eduardo Novoa
El efecto con que inciden en el público los géneros musicales en su proyección de la realidad, además de lo expuesto, y apoyado en el tipo de lenguaje que esgrimen para ello, da una idea de estas analogías, ventajosa para un análisis previo en el montaje de una pieza musical. Se observan muchas veces a mecánicas interpretaciones por la carencia de un estudio textual anterior, en otras palabras, se canta, pero no se interpreta.
Estas correspondencias no presuponen, ni un esquema, ni un dogma, solo es una aproximación analógica, uno de los tantos métodos que se pueden crear para el abordaje de la interpretación de una manera práctica y consciente, que solo hemos mostrado con un sintético paneo por razones evidente de espacio.
Zarzuela Cecilia Valdés (Gonzalo Roig Lobo)) «TANGO CONGO». Grethel Ortiz: Dolorita, Miguelito de Grandy: Melitón y Jesús Braña: Tirso
Conociendo los géneros y el tipo de sucesos que describen, conocemos también a los intérpretes; cómo se identifican con uno u otro, además de sus cualidades vocales y actitudes escénicas. Aquí el auxilio del repertorista –– esa figura tras bambalinas, tan importante y desfavorecida–– está en acecho. Algunos cantantes piensan que pueden cantar lo que les gusta, y de hecho lo pueden hacer, lo que no quiere decir que lo hagan bien, pues justamente esta es la obra del repertorista, y a qué intérprete le sugiero tal género en dependencia de su tesitura, timbre y personalidad artística.
De la misma forma que al trasmutar un género dramático en otro, creamos una distorsión de la realidad, de manera análoga, al canjear un género musical por otro, estamos alterando la percepción del receptor de esta realidad proyectada, así tenemos que la interpretación vocal, es parte de esta faena dramática y existen géneros afines a tenor no solo de los sucesos que fabulan, sino que a veces hasta en los modos en que se realizan. 9
El respeto a lo que ha sido escrito por un compositor, es sin duda, otro tema controvertido. Algunos intérpretes varían deliberadamente las letras de los autores, prueba de la superficialidad y poca profesionalidad de éstos, pero lo que es peor, también alteran su melodía, no en versiones como está permitido, en ocasiones justificadas, sino por pura licencia de satisfacción personal o desconocimiento.
En otros casos las composiciones viajan, cedidas por el creador a otras latitudes y de ahí regresan adulteradas, pero popularizadas de tal manera, que es casi imposible restañarlas a sus originales y lo peor no radica ahí, sino en la insistencia, a partir de entonces, de ser interpretadas de esta manera, por los propios herederos de este acerbo.
Existen otros elementos y actitudes escénicas, de forma complementaria, mas no por ello menos integradoras de la interpretación musical en los diferentes géneros. Se trata de los desplazamientos escénicos a través de sus distintos énfasis, incluyendo las acciones dramáticas, que deben ser afines y estar en función del estilo que provee el género. No se debe sin embargo, montar ninguna acción física al artista, solo orientarlo, sin imposiciones, pues cada clasificación genérica, asume su propio aire y ritmo corporal orgánico independiente, que si bien afín con el musical, no significa igualdad con éste último.
El vestuario, maquillaje, diseño de luces y otros elementos escénicos, en que se suelen transferir responsabilidades, y éstas como tarea de directores artísticos competentes en última instancia, inciden en el resultado artístico por la necesidad de su conocimiento, acorde al entramado genérico y su respeto estilístico.
Como conclusión, la entrega del artista en todos los planos, en los que intervienen además de los aspectos musicales, la técnica de actuación orgánica, es lo que le da carácter de realización o por decirlo a la manera de la Mansión: “La interpretación es la meta de todo trabajo vocal.” 10 Así el carisma o ángel del artista –– ese dudoso mito –– se descarta con un estudio escénico y dramatúrgico laborioso.
Carmen La Cubana (sobre la ópera Carmen de Bizet) Luna Manzanares: Carmen.
Referencias
9 Las tonalidades en modos mayores expresan un incremento en su intensidad dramática-musical y en sentimientos como la alegría o la vitalidad por Ej., sucediendo lo inverso con los modos menores que pueden expresar sentimientos contrarios. Por otra parte existen trueques genéricos, versiones o fusiones entre ellos que se van por encima de la lógica dramático-musical, en detrimento de sus resultados, muchas veces penosamente, por su afán publicitario o comercial huero, que a la postre, cobra sus nefastos dividendos con la intrascendencia.
10 Mansion, Madeleine. El estudio del canto. Ed. Ricordi Americana. Buenos Aires, 1948.
Imágen de cabecera: Carnaval en La Trocha (2009) Tomado de http://www.lilibernard.com/
Debe estar conectado para enviar un comentario.