La silenciosa y poderosa manera en que la música atrapa nuestros sentidos hasta llevarnos casi a la levitación, convierte ese instante único en un recuerdo absolutamente sensorial, exquisito y efímero. Es el encantamiento del momento, la magia de un lenguaje intangible pero real, concentrados en una elegante figura de mujer que cautivó al público espectador del New World Center de Miami Beach. Es Eglise Gutiérrez, una propuesta de grandes luces de la que fui testigo.

Imagen promocional del concierto
El más poderoso atributo de esta joven talento es su voz. Un regalo divino que supo hacer aflorar su profesora de canto María Eugenia Barrios en el Instituto Superior de Artes de La Habana y que tiempo más tarde fue perfeccionada por el maestro Bill Schumann en la Academy Vocal of Arts de Filadelfia. Además, una de las intervenciones más importantes en su formación está bajo el nombre del prestigioso maestro de canto Manny Pérez con quién Eglise mantiene actualmente un estrecho vínculo profesional. También ha recibido clases de figuras del canto como Renata Scotto y Tom Krause. Por otra parte, su constancia y su exigente práctica inteligente de la música han hecho que Eglise Gutiérrez esté actualmente considerada como una de las mejores exponentes vocales del género lírico a nivel internacional.
Ganadora de una larga lista de premios como el del Concurso Intenacional de Canto Monserrat Caballé (2003) o el del Concurso Internacional de Canto Gerda Lissner de Nueva York (2003-2004), Eglise se ha presentado en distinguidas salas y teatros del Inglaterra, Suiza, España, Estados Unidos, Italia, Alemania, entre otros. La crítica especializada se ha rendido a su arte al ver sus representaciones de los clásicos roles protagónicos de las óperas belcantistas de Donizetti y Bellini, de Verdi, Massenet, en zarzuelas españolas y cubanas e infinidades de canciones líricas de difícil realización.
Esta impresionante trayectoria fue acreditada en el concierto del 16 de mayo y con creces. En el programa presentado Eglise mostró un amplio dominio del repertorio vocal y una poderosa diversidad de interpretación. Romanzas italianas, canciones, arias de óperas del más auténtico estilo del bel canto, piezas cubanas, rusas y españolas fueron dejando poco a poco evidencia de una técnica depurada, limpia y preciosista. Una capacidad expresiva sin límites que nos deleitaba con cada melodía trabajada al detalle en afinación, respiración y en la lógica evolución de las frases.

La soprano Eglise Gutiérrez y el pianista Roberto Berrocal durante la actuación. Foto cortesía de Sahily Cánovas
Y es que aunque la voz es el instrumento perfecto y natural por excelencia, en un concierto de esta magnitud se nos presenta como solamente posible si estás tocado por los ángeles. Gracias a su técnica y a una sensible musicalidad, Eglise en sus representaciones también hace gala de una amplio espectro de intensidades en su voz que van desde un pianísimo casi susurrante lleno de dulzura y delicadeza hasta unos potentes y dramáticos momentos de fuerte expresión y es por eso que se puede permitir incorporar una amplia variedad en la selección de su repertorio.
Cabe destacar que en esta ocasión, Eglise estuvo acompañada al piano por el excelente pianista de origen vasco Roberto Berrocal que ha desarrollado un amplio currículum de formación y de trayectoria artística que le distingue como uno de los mejores en esta difícil profesión de trabajar como pianista del género vocal instrumental. Su pianismo es muy cuidado, detallista, limpio y testimonio de una técnica sólida y muy bien lograda. Durante todo el concierto demostró dominio absoluto en esta práctica, una seguridad impresionante y una exquisita comunicación musical con Eglise que bien pudiera valorarse como una combinación musical perfecta y que hizo brillar a su vocalista en cada entrega y conducción perfecta en el lenguaje de la música.
Sin duda fue una noche especial, llena de magia y encanto. Linda para guardar en la memoria como un momento de plena satisfacción. Gracias Eglise por crecer sin perder tu autenticidad, por ser tan exquisita en lo que haces y por regalarnos un poquito de ti en cada canción.
Imagen de cabecera: Eglise Gutiérrez. Foto tomada de www.eglisegutierrez.net
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